Durante siglos, han circulado diversas creencias sobre la anticoncepción, a menudo basadas en un entendimiento científico limitado de la reproducción. Una de estas creencias es que una ducha vaginal con vinagre después del coito puede prevenir el embarazo.

La salud vaginal está frecuentemente rodeada de malentendidos que pueden generar confusión y estigmatización innecesaria. Un mito persistente sugiere que las infecciones vaginales están principalmente relacionadas con el comportamiento sexual o la falta de higiene personal.